La canciller Angela Merkel admite que su estrategia migratoria “polarizó” a Alemania
Sus críticos buscan responsables por el alza de la AfD y expertos prevén endurecimiento del debate político en el Bundestag.
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Berlin
La canciller Angela Merkel admitió ayer que ella “polarizó” a Alemania con su controvertida política de refugiados, después de que el avance electoral del populista Alternativa para Alemania (AfD) de extrema derecha cambió drásticamente a la política nacional y disminuyó su control sobre el poder.
A medida que se suceden las recriminaciones por la responsabilidad por el triunfo de la AfD y la pérdida de apoyo de su partido en las elecciones del domingo, Merkel insistió en que permanecerá en el poder por un cuarto período y dio los primeros pasos de las que podrían ser complicadas negociaciones para formar una nueva coalición.
Tanto el bloque liderado por la Democracia Cristiana de Merkel como los Social Demócratas (SPD) de centroizquierda, su actual socio de coalición, se desplomaron a sus resultados más bajos en una votación nacional desde 1949, dejando a la AfD y a otros tres partidos más pequeños con un porcentaje de escaños sin precedentes.
El resultado hizo que el euro bajara 0,4% frente el dólar ayer, a US$ 1,190, mientras que los mercados de divisas absorbieron el sentimiento de un mayor riesgo político en Europa.
El SPD dijo que quiere estar en la oposición para reconstruirse después de una derrota humillante. Merkel señaló que igualmente se acercará a los social demócratas para formar gobierno, tal como discutirá una rara coalición de tres integrantes con dos partidos más pequeños, los Demócratas Libres y los Verdes.
Los resultados preliminares sugieren que el bloque de CDU, los Verdes y FDP tendría una mayoría cómoda de escaños en el parlamento. Pero el acuerdo para formar una coalición tomaría meses, considerando las duras diferencias políticas entre los partidos.
Ataques aliados
La canciller enfrenta ataques de su propia CDU y su partido hermano más derechista de Bavaria, la Unión Social Cristiana (CSU), con los críticos acusándola de alentar el alza de la AfD al alejarse demasiado de los orígenes conservadores del bloque, en especial con su política liberal de refugiados. Merkel dijo en una conferencia de prensa ayer que era responsable de una profunda “polarización” política que estaba “vinculada conmigo como persona, de forma bastante clara”.
Pero se negó a admitir que había cometido errores en decisiones que llevaron a la llegada de más de 1 millón de migrantes a Alemania en 2015-2016. La canciller afirmó con entereza su revés electoral, diciendo que “no estaba grabado en piedra que después de doce años (en el poder) tendríamos la oportunidad de formar otro gobierno”.
Horst Seehofer, líder de la CSU, dijo que fue “un error dejar abierto el flanco derecho” a los ataques de la AfD.
Los resultados sugieren que la AfD será el tercer partido más grande del Bundestag. Su ingreso al parlamento “llevará a una polarización del debate político”, dijo Alexander Hensel, del Gottingen Institute for Democracy Research. “Veremos una combinación de agudas críticas de los partidos establecidos de ‘cartel’ como también ataques personales a los políticos individuales y provocaciones deliberadas para elevar el perfil del partido”, agregó.